EL PELIGROSO DESEO DE SER SEXUALMENTE VULNERABLES
¿Cómo podremos desnudarnos después de este momento tan extraño?? Ya sea solo con un fuck boy para pasar una noche o nuestros compañeros actuales. ¿Cómo podremos exponernos y presentar nuestros deseos internos? Mostrar un poco de vulnerabilidad.
En un mundo donde el trabajo y el amor están sistemáticamente devaluados y el daño se ha vuelto ubicuo. Esta emoción que describimos como vulnerabilidad afecta a mujeres, personas trans y no binarias en todos los sentidos. Desde el riesgo de poder presentarse como un momento de discrepancia o una agresión hasta el abuso sexual derivando en procesos mentales de desamparo, como respuesta se crean traumas que finalmente actúan en contra de quién los sufre y generan disparidad en la frecuencia con la que tenemos orgasmos.
Después de todo incluso las relaciones más exitosas terminan. Nuestros amantes nos dejan o nuestros sentimientos cambian y elegimos estar en otro lugar. Eventualmente la muerte también separa a las personas. La intimidad está cargada de vulnerabilidad, porque ser humano es tener una relación libre con la perdida.
Estos momentos donde se acepta esa pérdida son los que sé que crean en la verdadera confianza con la que una charla afirmativa durante toda una noche o el resplandor de un orgasmo salvaje liberan esa vulnerabilidad.
Nosotras creemos que la intimidad es alegre y vital y que el entenderla debe volverse una parte de tu vida como tu rutina de cuidado facial. También entendemos que es inherentemente vulnerable.
Nuestros deseos y emociones son un privilegio, a muchos se nos enseña a asociarlos con la vergüenza y a volverlos mínimos. O se nos enseña a que nuestro único valor radica en nuestra sexualidad y nuestra capacidad de mantenernos con una pareja. Como resultado evitamos abrirnos por completo o nos abrimos y quemamos esa confianza rápidamente.
Estar abiertos a la intimidad y al dolor
esta completamente ligado a permitirnos ser vulnerables frente a otro.
Recuperar nuestra sensualidad radica en volver a conectar con el deseo en toda plenitud. Significa aprender a aceptarnos que nosotros también somos dignos de tener placer, emociones y conexión simplemente por el merito de ser humanos. La razón de esto es simple, si estuviéramos realmente seguras de nuestro propio poder pelearíamos contra cualquiera que quisiera explotarlo.
Es aterrador ¿Verdad?
Este sentimiento es extraño, nunca mejor dicho. Todo lo que genera en nuestro organismo al estar en ese estado es incontrolable, estar abierto al placer en un espacio de tiempo donde nuestra sexualidad aun sigue siendo un arma en nuestra contra es un acto de valentía.
El increíble propósito de desafiarnos solo es parte de venos a nosotros y entender que queremos, como vemos los obstáculos que nos están cercando por las vías, que necesita este cuerpo que soportar tener el poder de sí mismos y dejar de preguntarse ¿Qué es lo que quiero?
Yo como autora de este blog puedo entender que la vulnerabilidad no es un sentimiento individual, esta emoción nos une, es casi una apuesta colectiva que se expresa en cada ocasión que arriesgamos al enfrentar esa verdadera intimidad que nos gusta. Ya sea que la entiendas por sumergir un dedo en el agua caliente para ver como está o desnudarte frente es un acto de amor profundo por ti mismo.
Por nuestro deseo vale la pena arriesgarse
y entender que nuestra felicidad va más allá de la violencia que intenta limitarnos.